jueves, 6 de diciembre de 2018

Fallas Garrafales


Voy a contarles algo de lo que no estoy orgulloso y que a pesar del tiempo aun pago las consecuencias de mi estupidez.

Fui infiel, si hace muchos años atrás, empecé una relación paralela con una mujer a la que conocía por mucho tiempo, al principio todo bien, nos veíamos de vez en cuando, salíamos a fiestas reuniones, y sin pensarlo rápidamente ya me estaba quedando a dormir en su casa.

Como toda relación paralela todo empieza como un juego, no hay reglas definidas, salvo las estipules en un principio, pero quien se acuerda de establecer una especie de contrato con alguien para este tipo de situaciones? Además siempre digo que un ser humano causa un impacto ya sea positivo o negativo en otro y las condiciones “amicales” varia rápidamente.

Cuando esta persona empezó a tomar más protagonismo, las cosas se pusieron de otro color, toda la pendejada del inicio se convirtió en caos, tener una doble vida no es nada agradable, te conviertes en un mentiroso nivel Dios, y te olvidas que tu pareja tiene una memoria nivel Dios también, “el que miente tiene que recordar detalles” es una frase que en la actualidad uso siempre, pero en ese momento no lo sabía, ponerle clave a tu celular, dormir con el bajo la almohada, llevártelo a la ducha, ponerlo en vibrador, salirte a la calle a contestar una llamada son acciones que en un inicio puedes manejarlas, pero después pierdes el control y cuando eso sucede, todo explota.

Mi infidelidad fue descubierta de la manera más absurda, luego de haber sido muy cuidadoso en todos los sentidos y por salir rápido en irme a jugar pelota, deje mi correo abierto en la computadora de la casa y fue mi hija mayor quien se enteró imprimió los correos más rápido que agente de la Gestapo y en menos de 30 minutos tenía a mi ahora ex – esposa en la canchita donde jugaba partido los viernes.

No pude negar nada, ya todo estaba consumado, solo aceptar (ya posteriormente fuimos a terapia, aprendí mucho, reconocí errores y cambie mis actitudes), pero en ese momento moría de la vergüenza, la relación con mi esposa no estaba muy bien que digamos (si, ya sé que eso dicen todos, y en muchos casos es de verdad), así que el resquebrajamiento pude asimilarlo, lo no que pude y hasta el día de hoy lamento fue ver la cara de decepción de mi hija.

-         - “Eras mi héroe”   dijo.

Solo son 3 palabras, pero dejaron un hueco más grande que una bala de cañón y que hasta el día de hoy deja un vacio en el lugar donde estaba mi corazón, fallarles a las personas que amas y te aman es imperdonable, eso no lo sabía antes, lo sé ahora, pero el daño ya estaba hecho y como dije al principio han pasado más de 10 o 13 años y las cosas con mi hija no volvieron a ser iguales nunca.

Lamentablemente las cosas con mi esposa no se desarrollaron bien y terminamos por separarnos pero no por el tema en cuestión, quisiera retroceder el tiempo, tener algún tipo de poder para enmendar ese error pero no puedo, se necesita toda una vida, persistencia, una familia, miles de experiencias para generar confianza y solo 5 minutos o una cojudez para arruinarla.

Y sobre la mujer en cuestión me llamó una vez hace un poco mas de 3 años que le hiciera el favor de prestarle dinero, le dije que no podía darle el dinero pero si que podía ser su aval en una cooperativa, al final, aceptó, y mensualmente me enviaba un correo con el voucher de pago, era toda la comunicación que teníamos, termino de pagar el préstamo, me volvió a pedir el favor y le dije que ya no podía, hasta este momento no he vuelto a saber de ella.

En una de las conversaciones con mi esposa dentro de las terapias que llevaba, ella increpo su actitud (de la tercera persona) y le dije que ella no tenia la culpa, que el compromiso lo tenia yo, el único responsable fui yo, porque no debí meterme ni actuar como chibolo pendejo, yo tenia la relación, no ella, y por mas insinuaciones, provocaciones, etc yo no debí aceptar, proponer o involucrarme con alguien más y una de las cosas mas difíciles que hice en mi vida fue aprender a pedir perdón por las cagadas que hice.

Algo que también aprendí muy tarde es que la comunicación es la base de la relación, si hay algo que no te gusta dilo, si algo te gusta dilo, si algo jode dilo, parece mentira pero no decirlo podría llevarte a acciones como las que acabas de leer, no seamos cojudos, egoístas y le fallemos a quienes confían en nosotros, créanme, las relación con las personas que amas nunca vuelven a ser las mismas, la desconfianza es un cáncer que se incrusta y carcome y por mas que nos una un vinculo familiar  las cosas ya no son iguales, yo aprendí la lección y hago mi máximo esfuerzo para curar las heridas que infringí. 

Sean claros desde el principio.